Y que siga la magia
Óleo sobre lienzo y collage con naipe firmado
30 x 25 cm
Una noche, por mi cumpleaños, les hice una pequeña sesión de magia a tres amigos. Para el último juego, firmaron una carta, pero en ese momento la dueña del local nos echó. Así que el naipe quedó rubricado, pero sin uso, por lo que me lo quedé. Esa misma noche, después de despedirse de los demás, dos de los firmantes iniciaron una relación que dura hasta hoy. Guardé el naipe durante dos años hasta que se me ocurrió algo que hacer con él, que al final fue la obra que encabeza este texto. Se la regalé. Si mis amigos fueran normales, ahí figurarían tres nombres, como son como son… pone “Chingón”, “Cucharilla!!” y “¡Puta vida!”. Para la posteridad, ea.